Cuando estuve en la universidad sacando mi ingeniería Leí un artículo de libertad Financiera y los ingresos pasivos. Desde ese día mi mentalidad cambió totalmente.
Nunca antes había escuchado sobre el término Libertad Financiera. Había escuchado sobre la libertad de otras formas pero nunca antes asociada a algo que tuviera que ver con mi bolsillo y con las muchas posibilidades que esto representaba en mi vida y la de mi familia.
Durante esa época aprendí que podía aprender a soñar en grande y realizar cosas que pueden parecer imposibles. Descubrí que las personas tenemos el potencial de lograr todo lo que nos propongamos. Aprendí que el dinero no es malo en sí mismo sino que es el amor al dinero y la forma como lo concebimos lo que puede atraer muchos males. Aprendí que quien más tiene es quien más puede ayudar a otros y que podía cambiar mi mentalidad de escasez hacia mentalidad de abundancia.
Y conforme más aprendía sobre esto, más me entusiasmaba con la idea de un día ser mi propio jefe y ser financieramente libre. Pero para ello, primero tuve que descubrir algunas verdades sobre el empleo que muchos preferimos ignorar:
1. Tu empleo consume tu tiempo. Tener un empleo es dedicar ocho o diez horas diarias a una actividad sin darte cuenta que cuanto más tiempo dedicas a la compañía, menos tiempo dedicas a tu familia, a tus sueños y a ti mismo.
2. La compañía decide tu salario. Cuando trabajas para alguien entonces ese alguien determina el límite de tus ingresos. Sin embargo, tu fuiste diseñado con la capacidad de genera el doble, triple o hasta 10 veces más de lo que ganas actualmente.
3. Tu jefe decide tus vacaciones. En algunas compañías te pagan las vacaciones para que sigas trabajando ininterrumpidamente. Ignorando por completo que el descanso es parte de la salud de todo ser humano. Y con ello solo demuestran que no les interesas en absoluto como persona sino únicamente por tu capacidad productiva.
4. Tu empleo consume tus años. Sin darnos cuenta el tiempo pasa tan rápido que al ver para atrás descubres que has dejado toda tu vida, tus fuerzas, tu inteligencia y hasta tus ojos en una actividad trabajando para alguien más.
5. Tu jefe se convierte en tu opresor. Si tener un empleo ya es suficiente carga en tu espalda, tener un jefe prepotente y abusador puede ser una pesadilla. Sin embargo, soportar esta clase de situaciones se presenta en la gran mayoría de empresas cuyo eslogan parece ser "o te aguantas o te largas".
6. Las Corporaciones carecen de oportunidades. Recuerdo que el libro "Padre Rico" de Robert Kiyosaki lo expresa así: "en la escalera corporativa siempre encontrarás un enorme trasero enfrente de ti". Y eso significa que para crecer y superarte tendrías que eliminar a quien ocupa el puesto que tu deseas y eso se convierte en una aspiración macabra.
7. La oferta de talento barato es abrumadora. El panorama por lo visto no es muy alentador pues la tendencia es que las compañías contratan a los más jóvenes, mucha veces recién graduados porque no solamente están más actualizados sino que por carecer de experiencia pueden pagarles salarios más bajos.
8. Las fuerzas no son para siempre. Trabajar toda una vida para finalmente recibir una pensión que devaluada no corresponde ni a un tercio de tu último salario pareciera ser la recompensa que el sistema corporativo le brinda a quienes han dejado todo a cambio de nada.
9. El clima laboral es cada vez más hostil. La falta de oportunidades hace que tengas que cuidar tu plaza a cualquier precio. De ahí que no esperes lealtad, ni el supuesto "ambiente agradable" que las compañías engañosamente ofrecen. Por el contrario, tus enemigos te estarán esperando ahí, en el cubículo de al lado cada mañana para hacer tu vida de cuadritos.
10. El empleo no es la respuesta para lograr tus sueños. Por todo lo anterior podemos concluir que el empleo no es precisamente el vehículo ideal para alcanzar tus sueños. Lo que ocurre es que muchas veces esos sueños ya se han extinguido porque como seres humanos nos acondicionamos y adaptamos a un sistema que así funciona y por tanto así debemos aceptarlo.
La buena noticia es que no todo es tan malo y lo que pretendo con artículos como este es abrir tus ojos y zacudir tu cerebro para que reacciones y te des cuenta que hay un mundo de oportunidades que comienzan justo ahí donde estás ahora.
El siguiente mensaje expande maravillosamente sobre lo que acá he hablado. Me encanta especialamente la parte donde dice que es tiempo de las empresas "de uno". Escúchalo detenidamente, no una, ni dos, sino muchas veces hasta que anheles tanto tu propia libertad financiera que empieces a construir tu nuevo camino hacia ella.
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